No sabes cuanto en mí floreces
cuando me hablas sin intención,
cuando tu risa me aparece
como un susurro en el corazón.
Te miro y todo se hace claro,
mi mundo gira si tú estás,
y aunque este amor lo llevo raro,
lo cuido en calma, sin más paz.
Invento formas de encontrarte,
de coincidir sin molestar,
me basta poco para amarte
y mil silencios para callar.
Tu luz no sabe que me envuelve,
ni que en tus ojos suelo arder,
y sin quererlo, me resuelves
el miedo tonto a no volver.